Los primeros en pisar el territorio mexicano para empezar la misión fue la familia Salazar (familia perteneciente a los MSP), ellos con su trabajo y su dedicación abrieron el camino para que las hermanas MSP ahora puedan estar en México trabajando por los más pobres y necesitados.
Las hermanas fundan su casa en el 2017. Desde el día que llegaron han presenciado una gran pobreza y necesidad. Con todo, la mayor pobreza a la que han tenido que enfrentarse es la necesidad que las personas tienen de Dios, por lo que las misioneras se esfuerzan por ser Evangelio vivo en medio de los pobres.
Actualmente cuenta con la presencia de 6 Hermanas, que se dedican a los centros del Movimiento en los siguientes apostolados: misiones para preparar a los sacramentos (Confesión, Primera Comunión y Confirmación), visitas domiciliarias y seguimiento a los enfermos y a los ancianos, procurando también llevarles oportunamente el Santo Viático.