En este mes de febrero se esta llevando a cabo la convivencia anual del Centro Vocacional San Luis Gonzaga, en este año, sin embargo, no se ha realizado en las instalaciones normales del Centro Vocacional en la Ciudad de los Muchachos, sino que se ha optado por realizarla en una casa que queda algo apartada a la entrada de la ciudad de Cusco, esto para que nuestros niños internos no corran ningún riesgo de contagio de Covid-19.

Como todos los años, esta convivencia reúne a bastantes chicos de Cusco y sus alrededores de entre 11 y 17 años que sienten una pequeña inquietud hacia la vida religiosa. Durante las dos semanas que dura la convivencia, todos los chicos implicados tienen la oportunidad de pasar más tiempo con el Señor, en un ambiente de silencio y recogimiento interior, ambiente fundamental para poder escuchar con mayor claridad la voz de nuestro Creador.

También, tienen la oportunidad de realizar numerosas obras de misericordia suscitando así en sus corazones la caridad hacia el prójimo. Y algo que evidentemente no puede faltar, aquellos ratos de esparcimiento con números paseos e intensa actividad física. Todo esto en pos de ir cultivando en sus corazones, si es la voluntad de Dios, la semilla de la vocación religiosa sacerdotal. Todo esto bajo la guía, dirección y cuidado del Padre Carlos Alberto Jiménez y del Hermano David Rafael Vargas, ambos de nacionalidad colombiana, responsables del Centro Vocacional.

Al final de esta convivencia, se invitará a los chicos que reflejan un deseo de santidad y una inquietud hacia la vida religiosa a hacer parte oficial del Centro Vocacional San Luis Gonzaga (esto evidentemente respetando en todo momento la libertad del chico), para continuar con el proceso de discernimiento vocacional como formando menor y lograr descubrir si este chico es llamado realmente por Dios para entregarle su vida como religioso sirviendo a los pobres.

Por tanto, encomendamos a todos estos chicos en sus oraciones para que el Espíritu Santo los ilumine y guíe en este tiempo de discernimiento vocacional, y logren andar como pide la vocación a la que han sido convocados.