En estos días realizamos nuestra misión en los pueblos de LLusco y Quiñota, dos pueblos de la provincia de Chumbivilcas. Para llegar allá hacemos un viaje de ocho horas; la gente nos espera, especialmente muchos niños que están ansiosos por recibir las catequesis; empezamos en la brevedad posible la atención a la gente, ya que solo nos quedamos con ellos siete días y tenemos que aprovechar al máximo el tiempo. En estos pueblos la fe que va despertando es muy notoria, casi cada semana se celebra algún sacramento y ahora son ellos los que buscan ir a la Iglesia, intentan no faltar a las catequesis que en nuestra ausencia realiza el párroco.

¡Gracias Señor por el privilegio de haber sido llamadas!