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Nos alegramos por los nuevos integrantes de nuestra comunidad de “Padres y Hermanos”

DIC 12, 2021

Como, muchos de ustedes saben, en medio de la cordillera, específicamente cerca del pueblo de Andahuaylillas, Perú; tenemos una bonita casa que acoge a niños desamparados, que no tienen a nadie en la vida. Lo primordial, en el trabajo que realizamos con estos niños, es que podemos mostrarles un poco del amor del Señor.

¡Qué importante! Es para nosotros los misioneros llevar la esperanza del Evangelio, incluso a los más pequeños. 

Para ayudar a que vuestra oración sea más concreta, les contamos con alegría que han llegado nuevos integrantes a nuestra comunidad. 

El primero de ellos es un niño, llamado Moisés, el cual tiene 8 años y es de la ciudad del Cusco. Es un niño que tiene problemas de epilepsia, lo que le provoca mucho nerviosismo a la hora de tratar con los otros. Tiene dificultades con sus estudios, pero para eso, están los padres y hermanos, para guiarle y ayudarle con cariño y amor en sus diversas dificultades.

Víctor Manuel es un niño de 5 años, igualmente proveniente de la ciudad del Cusco. Él vino por medio de la UPE (Unidad de Protección Especial). Es interno en nuestro hogar. Sus papás nunca le cuidaron y pasaba sus días en la calle, en el mercado donde le encontró la policía. Su mamá es alcohólica y nunca se preocupó por él. Debido a esta situación nunca estuvo en la escuela y por lo tanto tiene poca educación. Cuando llegó, estaba muy inquieto, pero poco a poco va cambiando y tranquilizandose.

 

Con respecto a los Padres y hermanos; un nuevo hermano ha llegado a nuestra comunidad. Su nombre es Thomas Vollander, joven francés de 21 años. Es de la ciudad de Clermont-Ferrand, en Auvergne, situada en el centro geográfico de Francia. Proviene de una familia profundamente católica. Estudió en un internado Notre-Dame de Liesse, donde dedicó una parte del tiempo al canto sagrado (polifónico y gregoriano). Después, estuvo en el conservatorio estudiando canto y piano hasta graduarse. Estudió también en el IRCOM de Angers, en el oeste de Francia, una licenciatura en letras y ciencias políticas. Conoce nuestra comunidad desde hace varios años porque sus papás sostienen a la abadía de Fontgombault (que es la abadía que nos apoya desde hace años en Francia) desde hace muchos años. Hace poco, fue por primera vez a los pueblos que visitamos en la Cordillera de los Andes, y le ha gustado mucho esta primera experiencia, y se sorprendió mucho de la gran pobreza de la gente y de su gran sentido de Dios.

Por último, un sacerdote ha querido incorporarse a nuestra comunidad. Su nombre es Pasquale La Milia, de 66 años de edad. Nació en Sicilia. Fue ordenado sacerdote el 13 de mayo de 1989. Sirvió durante todo este tiempo como sacerdote diocesano, como párroco y como miembro del tribunal eclesiástico de Sicilia.

Concretamente, vino para hacer un año de discernimiento entre los más pobres. Hace años que había sentido este deseo de entregarse al Señor como religioso y misionero, pero no le fue posible concretarlo antes, porque al ser hijo único, cuidó de sus padres, hasta hace dos años.

Primero, estuvo un tiempo en Ajofrín, lo cual le ha mostrado la belleza de la vida comunitaria y la importancia que damos a la vida espiritual, en particular a la Santa Misa y la Adoración Eucarística. El primer periodo que realizó en Perú entre nosotros fue de abril a junio de este año, y lo que más le gustó fue ir de misión en los pueblos alejados de la Cordillera de los Andes.

Nos encomendamos a sus oraciones.

Dios les bendiga.